El objetivo de este trabajo es interpretar desde la visión geohistórica, el modo en que los padres jesuitas tradujeron a la cartografía su proyecto evangelizador. La cartografía elaborada por la Orden de Loyola para el territorio rioplatense se adscribe como signo de una manera de pensarlo por parte de sus miembros. Para intentar comprender esa concepción de territorio orientada por fines religiosos, se han seleccionados dos mapas emblemáticos de la empresa jesuítica: el primero de ellos atribuido a Diego de Torres (1609); y el segundo elaborado por José Cardiel (1752). Al interpretarlos se revelan percepciones, proyectos y acciones sobre el territorio que, si bien surgen desde lo evangélico de la Orden de Loyola, sus miembros los articularon estratégicamente con otros aspectos geográficos del espacio aludido.